La historia de los caza recompensas espaciales más famosos del anime sigue siendo un éxito desde su estreno en 1998

Cowboy Bebop, indudablemente uno de los animes de culto más legendarios de todos los tiempos, narra la historia de Spike, un exgangster de Marte que se gana la vida persiguiendo a los criminales más peligrosos del sistema solar junto a su leal compañero Jet, un antiguo policía.

En su travesía, se cruzan con una variedad de personajes singulares, como Faye, una joven cazadora de recompensas con amnesia, Ed, una niña excéntrica con habilidades informáticas gigantescas, y Ein, un perro más inteligente que muchos seres humanos.

Cowboy Bebop es un anime que lo tiene todo: naves espaciales, traiciones, combates y romances. ¿Pero cuál es el secreto detrás de su capacidad para cautivar a audiencias de diferentes generaciones y resistir el paso del tiempo?

Si eres uno de esos fanáticos que aún no ha tenido la oportunidad de ver este anime, te recomendamos detener la lectura de este artículo de inmediato y comenzar a disfrutarlo sin demora.

La Tripulación del Bebop

 

Keiko Nobumoto y Shinichiro Watanabe, la guionista y director de la serie respectivamente, lograron dotar a los protagonistas de Cowboy Bebop de conflictos ricos y complejos. Estos conflictos se presentan tanto a nivel interno como externo. Los conflictos internos se dividen en intrapersonales, que afectan únicamente al personaje en cuestión, y en conflictos extrapersonales, que enfrentan a dos o más personajes entre sí. Es interesante destacar que la nave en la que viajan los protagonistas, el Bebop, presenta los tres tipos de conflictos mencionados.

Spike y Jet llevan por dentro el recuerdo de sus amores perdidos, Faye el de su soledad, Ed el de su anhelo a cierta persona. Todos han perdido algo y no saben cómo exteriorizarlo

Entre ellos hay piques, por supuesto. Jet y Spike son antagónicos a más no poder, uno un ex policía y el otro un ex delincuente, uno un hombre metódico y calculador y el otro un cabeza loca, uno fuerte y corpulento y el otro delgado… todo ello favorece a que exista un conflicto intrapersonal. No nos malinterpretemos, ese conflicto no es ni por asomo, algo que lleve a los protagonistas a enfrentarse en tiroteos. Pero sí que permite que los defina

Decía Akira Toriyama que si pones dos personajes completamente diferentes en una obra se van definiendo mutuamente sin necesidad que tú hagas nada. Pues en Cowboy Bebop se cumple esa premisa pero aún así tomándose la molestia de mostrar su interior. Lo cuál hace de los conflictos de la nave un medio para hablar de estos seres humanos.

La mayor parte de los personajes principales (Pues Ed al ser una niña no tiene pasado) parecen vivir en un recuerdo que les brinda un extraño remanso de paz en dónde creen que fueron felices. La vida les llevó por otros derroteros y finalmente esa ilusión se rompió. Cuando eso nos ocurre no dejamos de pensar en el “Y si hubiera…” pero no hay nada que hacer. Puede que la moraleja final de la serie sea la misma que la de aquel famoso poema que dice “…nunca vuelvas a donde fuiste feliz…”

Es un sentimiento universal. Todos recordamos y soñamos en algún momento en volver atrás